Hotel Rural Anamari Ciguenza

Reseña de un crítico de hotel

Desde el primer momento, la hospitalidad de Ana y su familia nos hizo sentir como en casa. La habitación era amplia y luminosa, con una cama tan cómoda que nos costó levantarnos por la mañana. El desayuno, aunque no estaba incluido, era un verdadero festín de sabores tradicionales, perfecto para comenzar el día. La cena en el restaurante fue otro punto destacado: cada plato estaba hecho con cariño y los ingredientes eran de calidad excepcional, ¡una experiencia que todo amante de la gastronomía debería disfrutar! Además, el hotel estaba recién reformado, así que las instalaciones estaban impecables. Si buscas un lugar donde la atención al cliente se siente auténtica y el ambiente es acogedor, no dudes en visitar este lugar en Cigüenza. Sin duda, un regalo para el paladar y el corazón. ¡Gracias, Ana y Roberto!